- Equipo "D": Desencriptadores españoles.

Camazón Valentín, Faustino Antonio

(Valladolid, 1901/ Jaca19/X/1982)

Faustino Antonio Camazón Valentín A los doce años se metió como polizón en un barco y llegó a Colombia. Fue repatriado y sus padres lo enviaron a Madrid, donde destacó por su destreza en matemáticas, idiomas y criptografía. Según su sobrino, "iba a dar clases a las embajadas y aprendía francés, inglés y alemán... Fue tertuliano de Santiago Ramón y Cajal en el Café de Chinitas, y lo nombra en su biografía como un aficionado a la criptografía".

Se hizo policía y llegó a ser comisario. Dadas sus habilidades en criptología fue destinado al norte de África, protectorado español por aquel entonces,   para localizar al líder rebelde Abd el Krim, y aprendió árabe: dominaba entonces cuatro idiomas y llegó a conocer hasta doce, incluido el japonés.

Durante la Guerra Civil trabajó descifrando mensajes para los servicios de inteligencia de la Segunda República, fue jefe de los servicios técnicos del Departamento Especial de Información del Estado (DEDIDE) y del Servicio de Información Militar (SIM); estuvo en el frente del Ebro y en Tardienta. Ya entonces tuvo noticias de la máquina criptográfica Enigma, porque los alemanes dieron ejemplares de la misma a la Legión Cóndor que ayudaba a los sublevados españoles. Facilitó esa información a los servicios de inteligencia franceses para conseguir informaciones en contrapartida para la República.

ENIGMA es una sofisticada máquina de escribir que, a partir de un código previamente establecido y que cambia de forma constante, sustituye unos caracteres por otros. El mensaje cifrado se retransmite por radio y el receptor, que conoce el algoritmo de descifrado gracias a una tabla, reconstruye el contenido. Los alemanes suponían que hacían falta millones de cálculos para desentrañar Enigma.

Al acabar la guerra huyó a Francia y fue a parar a un campo de concentración francés y consiguió que los basureros franceses encargados del transporte de residuos,  enviaran  una carta suya al servicio de inteligencia francés; Deuxième Bureau que era dirigida en aquellos días por George Bertrand.

Bertrand se interesó por Camaño y su experiencia descrifrando ENIGMA en España. Cuando le conminó a unirse a los franceses, Camaño le instó a incorporar a 7 españoles mas, formando el “equipo D”; 5 oficiales y dos comisarios, dirigido por Camazón. Así se convirtió en jefe del equipo español PC Bruno (Poste de Commandement Bruno) que colaboró en desentrañar el la maquina ENIGMA que los alemanes usaron para encriptar los mensajes. El equipo de descifradores lo formaban también quince criptógrafos polacos (Marian Rejewski, Jerzy Różycki y Henryk Zygalski,…) y nueve franceses. Estaba situado en el castillo de Vignolles, al noroeste de París.

En ese tiempo, Camazón estaba casado con la enfermera altoaragonesa María Cadena, a la que conoció en 1938 en un hospital en Barcelona; al descubrir que la habían denunciado como simpatizante republicana, le facilitó la huida a Francia dándole una identidad falsa y un guía para pasar los Pirineos, y más tarde se reunieron en París.

Tras la invasión de Francia por los alemanes en 1941, este equipo internacional criptográfico tuvo que mudarse al puesto Cádix en el Château des Fouzes, cerca de Uzès (Nîmes) y posteriormente a Argel, donde la tapadera era un almacén de pescados, hasta que fue liberada por los aliados en 1942.

Fue entonces cuando los aliados reclutaron al y para llegar a Gran Bretaña tuvieron que volar  atravesando España en tres aviones. Pero el avión en el que viajaba Camazón, se averió e hizo un aterrizaje de emergencia en Madrid. Al portar la falsa identidad de André Magnol y hablar francés no levantó sospechas. 

Ya en Gran Bretaña este equipo paso a formar parte del equipo de Alan Turing que había desarrollado la maquina BOMBE para facilitar la tarea; un ordenador producido en 1939 en el Government Code and Cypher School, en Bletchley Park a partir del diseño que el criptologista polaco Marian Rejewski elaboró en 1938; y Colossus, una calculadora electrónica.

Tras descifrarse el sistema criptográfico alemán, Camazón fue reclutado por el ejército americano para el Estado Mayor de Eisenhower dado su don de lenguas y conocimientos, siendo testigo presencial de la liberación de algunos campos de concentración.

Al acabar la guerra, Camazón volvió a Francia y volvió a trabajar en el Deuxième Bureau en el Ministerio de Asuntos Exteriores como experto en Latinoamérica y España; ahí se enteró de que los servicios secretos británicos y norteamericanos habían impedido varios atentados contra Franco.

Se jubiló y fue condecorado.

Volvió a España en 1968 gracias a un cuñado canónigo para pasar sus últimos años con su familia, primero en Pau, en el sur de Francia, y luego en Jaca, ya en España, donde recibió muchas visitas y falleció. Fue enterrado junto a su esposa Maria Cadena en el cementerio de Jaca.