Sven Hassel (Frederiksborg, Dinamarca; 19 de abril de 1917 - Barcelona; 21 de septiembre de 2012)1 es el seudónimo del escritor danés Boerge Villy Redsted Pedersen.
Sus padres fueron el oficial austríaco Peder Oluf Pedersen y la danesa Hansinge Hassel.
Más tarde el joven Boerge tomó el apellido de soltera de su madre y desde entonces se llamó Sven Hassel.
La crisis generalizada de 1930 le obliga a emigrar a Alemania en busca de trabajo.
En 1937 se alista en el ejército alemán y es destinado al 7.º Regimiento de Caballería, donde se le obliga a nacionalizarse para permanecer en filas. En cuanto lo hace, es destinado al 2.º Regimiento de Carros de Combate en Eisenach, con el que participó en 1939 en la invasión de Polonia, apareciendo así De Fordometes Legion (La Legión de los Condenados), en 1953.
En 1957 una enfermedad que contrajo durante la guerra (fiebre caucásica) le postra en cama durante casi dos años. Al recuperarse continúa escribiendo sus novelas.
En 1964 se muda a Barcelona, donde residió hasta su fallecimiento.
Bibliografía
- La legión de los condenados (1953)
- Los panzers de la muerte (1958)
- Camaradas del frente (1960)
- Batallón de castigo (1962)
- Monte Cassino (1963)
- Gestapo (1963)
- ¡Liquidad París! (1967)
- General SS (1969)
- Comando «Reichsführer» Himmler (1971)
- Los vi morir (1975)
- La ruta sangrienta (1977)
- Ejecución (1979)
- Prisión GPU (1981)
- El comisario (1985)
- La gloriosa derrota (Póstuma. Prevista su publicación en 2013 en Dinamarca y Suecia. Sin fecha para España)
En total ha vendido más de 50 millones de ejemplares en 18 idiomas.
Obra imprescindible capaz de hacer sentir lo que muchos voluntarios españoles en cad frente y bando pudieron llegar asentir o vivir. Autor de novelas, que narra historias que d eno serlo resultan muy reales.
Hassel las trasladó conscientemente al terreno de la ficción. Sea como sea, lo innegable es que si bien sus 14 títulos muestran la contienda desde el bando alemán y llevan a solidarizarse con las penurias de los soldados germanos, el punto de vista es profundamente anitinazi y lo que se deriva de las novelas, pese a todas sus aventuras, que son muchas, es un profundo horror, por no decir asco, por las miserias de la guerra. Mucho antes de la actual moda de contarlo y mostrarlo todo de manera descarnada, Hassel, y era una sorpresa al leerlo en los años sesenta y setenta, no ahorraba ejecuciones sumarias, torturas, violaciones, muertes horrorosas descritas pormenorizadamente y cien mil otras barbaridades. Desde luego no es la prosa de alguien que glorifique la guerra y el espíritu marcial.
La mayoría de sus protagonistas reflejan sentimientos antimilitaristas y antinazis, empezando por el nihilista Porta, un antihéroe que gusta de cargarse la rígida uniformidad prusiana luciendo un sombrero de copa amarillo.