Frente de Rusia, invierno de 1943. Un batallón de la División Azul se topa con una serie de cabezas de caballos esparcidas sobre la superficie congelada de un lago. Los cuerpos están sumergidos bajo el hielo. Montado sobre uno de los caballos, el cadáver de un soldado español. Un tajo le atraviesa el cuello de lado a lado, y en el hombro tiene una inscripción grabada a cuchillo: "Mira que te mira Dios". Los mandos encargan la investigación al soldado Arturo Andrade (Juan Diego Botto), ex-inspector de la policía, que asume la tarea con rigor y profesionalidad. Arturo cree que el asesinato está relacionado con la masonería. Hay también una segunda hipótesis: que la víctima fuera un agente prosoviético infiltrado en la División, y el "Mira que te mira Dios" una advertencia a otros posibles colaboracionistas.